Corazón y razón no se hicieron para ponerse de acuerdo

Corazón y razón no se hicieron para ponerse de acuerdo
Extractos de mi misma plasmados de la única forma que sé.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Puede que al final no sea tan espantoso como dicen

No somos más que adolescentes intentando encontrar nuestro sitio, nuestro camino...
¿Cuál es el bueno, el adecuado, el que nos conviene?
Nos pasamos meses intentando descubrirlo, en medio, pasan cosas, tan horribles y perversas como el amor.
¿Y qué sabremos nosotros del amor, si apenas acabamos de empezar a ser personas?
Esa no es la cuestión, la cuestión es que pasa, y lo peor de todo es cuando no lo planeas, te viene, de golpe, sin esperarlo.
No eres capaz de usar todos tus trucos anteriores, aquellos con los que evitabas cualquier contacto emocional, aquellos con los que sabías frenar emociones y hacer de tripas corazón.
Te das cuenta de repente de que sientes algo a lo que no estás acostumbrado, algo que llevas evitando años, algo por lo que ya pasaste una vez, y aunque te parece muy lejano, no fue hace tanto.
Algo, por lo que sabes que puede salir mal, que puedes salir lastimada, y algo por lo que puede que necesites rehabilitación emocional
                                                                           otra vez


Entonces me abordan las preguntas, toda esa sopa sentimental con dudas existenciales, todas esas hormonas efervescentes que no saben dónde meterse y que buscan respuestas sin saber de dónde sacarla.
De repente hay un sentimiento superior a cualquier otro, el miedo, el pánico que va creciendo por momentos, no sabes como calmarlo y no sabes si quieres si quiera, ya que no sabes como reaccionar.
Ese miedo te dice que huyas, que huyas ahora que estás a tiempo y que olvides eso que sientes, que te hagas inmune a ello y que te conviertas en alguien fuerte.
Luego está otra parte de ti que saca a relucir lo que sientes en esos momentos especiales.
Nunca sabremos cual es el camino correcto
Ni tan siquiera si la cagamos sabremos si la otra opción hubiera sido la correcta.
Quizás si existe el destino. Y quizás TÚ seas mi destino.


Pero antes, tengo que vencer a todas mis sombras interiores para ser capaz de mirarte a la cara y decirte te quiero sin que una pelota de sentimientos me tapone las palabras y me paralice las ideas.

2 comentarios:

  1. Sólo somos eso: adolescentes. Buscando por dónde seguir, aprendiendo tras cada error y preguntándonos cual era la elección más correcta...
    Te he nominado en mi blog. Sigue escribiendo así :)
    Un besito desde http://www.siestadestinadoapasarpasara.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que sí, la persona que somos es aquella que se forma tras las decisiones que tomamos.
      Muchísimas gracias♥

      Eliminar

Ya estamos lo suficientemente limitados, suelta todo lo que piensas♥