Son sólo miradas, cruces visuales entre gente desconocida. Extraños co los que puede que compartas más de lo que puedes llegar a imaginar.
Allí estaba ella, sentada con su granizado en la mano, intentando congelar sus sentimientos y aplacar el dolor que por entonces atormentaba su alma.
Allí estaba él, cansado de las barbies de fábrica cada vez más comunes en la sociedad. Harto de la superficialidad y ansioso por poder compartir una simple charla con más profundidad que las capas de maquillaje de la chica en cuestión.
Están de espaldas el uno al otro, probablemente no sean conscientes de la existencia del otro, no sepan que tal vez, son almas gemelas.
Almas predestinadas a un encuentro que probablemente no se dé nunca.
O sí.
Muy, muy difícil que se encuentren y se lleguen a unir dos almas gemelas, aunque haberlas, haylas , no hay duda...Para que eso sucediera debería uno dedicar toda una vida y todo un mundo a buscarla y, si bien es cierto que puede estar al lado, lo más probable es que esté a miles de kms. o a miles de obstáculos...
ResponderEliminarSaludos.
Muy difícil, tampoco implica que sea imposible, aunque claro está que lo más normal es que no la encontremos nunca, pero todo está en saber buscar a tu otra mitad, no a igual, aprender a complementarte con lo imperfecto.
EliminarGracias por comentar.
que bello el escrito y la foto también me encantó! gracias por pasar por mi blog, saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias a ti tambien por pasarte y hacer acto de presencia. Besos
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